Desde su nacimiento en 1952, los códigos de barras no han dejado de evolucionar haciendo la cadena de producción y suministro mucho más eficaz. Pero ¿qué es en realidad un código de barras? ¿Cuáles son sus características principales? ¿Qué tipos de códigos existen? En este post respondemos a estas o otras cuestiones fundamentales relacionadas con los códigos de barras y sus tipos.
¿Qué es el código de barras?
En resumen, es una forma de representar una información determinada. La suma de sus elementos (código y simbología) contiene una información que permite reconocer artículos, activos, servicios, etc., determinados de forma única y global en una cadena de suministro. El resultado no es otro que una mayor eficiencia.
Funcionamiento de los códigos de barras
Para leer los códigos de barras, se recurre a un dispositivo que emite luz sobre el mismo. El código de barras refleja la luz en cantidades distintas gracias a las líneas y los espacios con los que cuenta. Por su parte, el sensor capta esta luz reflejada por el código y la convierte en energía eléctrica. Es esta señal eléctrica la que se puede traducir en datos o información.
Elementos presentes en un código de barras
Independiente de su tipología, los códigos de barras cuentan con una serie de elementos fundamentales:
- Módulo: unidad funcional básica.
- Carácter: conjunto de barras y espacios y suele corresponderse con un código de números y letras.
- Espacio: la parte más clara del código que corresponde al número binario 0.
- Barra: elemento oscuro del código que responde al número binario 1.
Características de los códigos de barras
Los códigos de barras se componen de un código o numeración y una simbología, cada uno con sus características propias.
Digamos que el código es el seguro de vida del símbolo, pues si éste no puede ser leído por el lector de códigos, el número puede ser digitado por el operario, permitiendo así la lectura de la información.
En su conjunto los códigos de barras cuentan con las siguientes características:
- WNR (Wide to Narrow Ratio): resulta de la anchura del elemento más fino respecto al más grueso. Este suele ser 1:3 o 1:2.
- Quite Zone: zonas blancas del inicio y el final del código. Estas resultan fundamentales para que el código pueda leerse.
- Densidad: la longitud no es la clave, pues el código de barras se mide por la densidad, es decir, el ancho de la barra o espacio más delgado presente en el símbolo.
Tipos de códigos de barras
Existen diversidad de códigos de barras en función de las disposiciones simbólicas y distintas codificaciones de la información. Estos se pueden clasificar en dos grupos fundamentales, a saber, códigos dimensionales y códigos bidimensionales.
Códigos dimensionales
Son los más simples y utilizados. Podemos verlos cada día en los productos que adquirimos. En ellos las variaciones están en la cantidad de caracteres o en el ancho y la cantidad de barras verticales. Entre los más utilizados destacan: EAN, Code 93; Code 39; Code 128 y Codabar.
Códigos bidimensionales
Son más recientes y su uso va en aumento. Adaptándose a los tiempos que corren, estos códigos persiguen una menor vulnerabilidad, así como mayor precisión y rapidez de lectura.
En ellos la información está codificada tanto a lo alto como a lo largo del símbolo, de modo que pueden contener mucha mayor cantidad de información. Es decir, se pueden leer rápidamente sin necesidad de acceder a una base de datos como sucede con los de una dimensión.
En relación a posibles daños o sabotajes, los códigos bidireccionales son mucho más seguros. En este sentido, estropear la legibilidad de estos símbolos es mucho más difícil y recuperar la información mucho más fácil. Lo anterior responde a que en ellos se pueden incluir redundancias y duplicados de la información más importante.
El código estrella es el ya famoso código QR, aunque también hay otros como el PDF 417 o el Datamatrix.
En general podemos decir que, independientemente de la tipología, los códigos de barras han mejorado considerablemente el rendimiento de las empresas, optimizado los procesos de producción y permitido la resolución de problemas en la cadena de suministros. Lo anterior sin contar con las ventajas que ofrecen a nivel de organización.